Por norma general, se comercializa por kilos, por metros cúbicos o envasados en sacos.
Si somos consumidores habituales y tenemos espacio para acopiar, la mejor opción es comprar un par de toneladas, contra más cantidad, el precio será más interesante. Envasada en sacos o retractilada es la mejor opción para consumidores esporádicos o clientes con espacio reducido.